RETO 1
Buenas tardes.
Para la realización de este
primer reto y viendo las distintas situaciones en las que la desigualdad de
género se muestra en el día a día expuestas y comentadas por el resto de
participantes, yo he elegido una noticia de la página de Radio Televisión
Española donde analizan la desigualdad de género existente también en el ámbito
de la anticoncepción humana a través del documental “Anticonceptivos para ellas
y para ellos” que se puede visualizar en el Canal 24 Horas.
Me pareció muy interesante este
ejemplo de desigualdad de género y cuando vi esta noticia no dudé en decantarme
por usarla como ejemplo para nuestro reto número 1.
La noticia ofrece datos bastante
relevantes que avalan la existencia de esta desigualdad de género a la hora de
la anticoncepción humana. Empieza con la triste realidad de que sólo 2 son los métodos
anticonceptivos que pueden considerarse masculinos frente a la gran diversidad
existente si hablamos de los femeninos, que por otro lado, son
predominantemente hormonales y están acompañados de sus consiguientes
contraindicaciones.
Me ha llamado la atención leer en
la noticia que esto último, las contraindicaciones de los sistemas
anticonceptivos masculinos (además de la falta de rentabilidad de producir algo
que no se demanda), son las causas por
las que no se han comercializado. Y yo me pregunto ¿Acaso no tienen las mismas contraindicaciones
los femeninos y aun así no hay problema
alguno en su comercialización?
Algunos podrían decir que por
biología es la mujer la que gesta y por tanto tiene más implicación en este
tema. Pero, yo me pregunto. ¿No es también del hombre la criatura que puede
venir? Que biológicamente sea el cuerpo femenino el preparado para la gestación
no significa –salvo creencias religiosas– que el embarazo haya venido solamente
por cuenta de la mujer gestante sino que en la concepción ha intervenido otro
50% diferente, o sea, un hombre.
Otro dato triste mencionado en la
noticia y que refleja la desigualdad de género es el relativo a que sólo el 0,9% de los hombres
tiene realizada la vasectomía, subiendo un poquito ese porcentaje al 4,3% en la
franja de edad 45-49 años, siendo por tanto las mujeres las encargadas de toda
la gestión de los anticonceptivos, estando incluso los servicios de información
y atención especializados dirigidos prácticamente en exclusiva a colectivo
femenino.
Todo esto sin mencionar el
desembolso económico que supone para la mujer el adquirir los métodos
anticonceptivos, que no son gratuitos y va a cargo exclusivamente de quien,
también exclusivamente, los toma.
A tenor de todo esto, creo
firmemente que hay que evitar estereotipos de género desde la infancia, por
ejemplo, al comprar juguetes a los niños y niñas. ¿Por qué el carrito del bebé
va como regalo para una niña y no un niño? Puede ser por la educación que han
recibido el padre y la madre, que pueda considerar que si su niño va con un
carrito de bebé pueda ser considerado menos masculino que si en cambio, va con
un camión o un soldadito de juguete. O que la niña pueda parecer menos “princesita”
o femenina por llevar como juguete un coche en lugar de jugar con una cocinita
o una muñeca bebé del brazo.
Para terminar, y como un rayo de
luz a toda esta desigualdad, además de
la educación, se va viendo un incremento en la legislación sobre estos temas.
Tal es así, con la Ley de Salud Sexual y Reproductiva y de Interrupción
Voluntaria del Embarazo donde, además de otras interesantísimas
cuestiones, se pone el énfasis también en la utilización de sistemas
anticonceptivos masculinos que esperemos favorezcan un cambio de conciencia al
respecto.
Gracias.
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